miércoles, 16 de mayo de 2012

Si me implicas, entenderé

“Dime y olvidaré, muéstrame y recordaré. Pero si me implicas, entenderé”  (Lao Tsé)


Todos recordamos a algún profesor, a alguien que a través de sus clases, de su manera de explicar y de la pasión que le ponía a aquello que nos contaba nos inspiró de un modo u otro. Y es que los profesores a veces son más importantes que los conceptos que enseñan, por ejemplo, ¿quién recuerda las láminas llenas de ejercicios más o menos aburridos que nos hacían rellenar? En cambio es muy probable que recordemos al profesor que nos las daba y corregía.

Profesores hay de muchos tipos y en un momento u otro de la vida podemos encontrarnos en la situación de que seamos nosotros los docentes. Quizás sea esto lo que les ha pasado a los artistas que desde el año 2010 y hasta su tercera edición este año, aceptaron formar parte de un proyecto educativo y artístico totalmente pionero en este país: el proyecto “En Residència”.
Actual Fabrica de creación Fabra i Coats
La idea principal de este programa es la voluntad de dar a conocer los diferentes procesos de creación en  el arte contemporáneo a un lugar poco frecuente, los institutos de Barcelona y sus estudiantes. Para llevarlo a cabo  se asigna a cada instituto participante un artista que se establece en dicho centro durante todo el curso escolar, y a lo largo de este periodo se propone lleva a cabo la ideación y creación de una obra artística con la participación continua y directa de los estudiantes.

A lo largo de las tres ediciones del proyecto han participado en este experimento educativo un total de once institutos, que han dado como resultado final once prácticas artísticas de distintos formatos y temáticas, obras que se inscriben dentro de las trayectorias de los artistas y que no habrían tenido lugar sin la implicación colectiva de los estudiantes. 

Esta muestra nos hace reflexionar sobre las complejas relaciones entre educación y práctica artística, al fin y al cabo la educación forma parte de la economía del saber  ( y por lo tanto mueve dinero real, todos hemos pagado por titulaciones diversas) y el saber es algo muy difícilmente cuantificable. Lo mismo pasa con la producción artística que forma parte de un capital simbólico y que a la hora de cuantificar presenta diversos y complejos problemas. Si a esto le sumamos la tendencia imperante en los planes de estudio que siempre privilegia las materias “útiles” parece que reunir educación y arte es algo que supera ambas instituciones.

En el ámbito pedagógico este proyecto materializa una necesidad, la de abrir procesos nuevos de descubrir conocimiento, nuevas formas de provocar el despliegue de actitudes creativas y de transmitir conocimientos. Esto no evita que se planteen ciertas preguntas de antemano cómo:
¿el arte se puede enseñar?, ¿Los procesos de creación se pueden transmitir?, ¿Se puede medir este aprendizaje del mismo modo que se evaluan los conocimientos técnicos?  Se abre ante nosotros una gran incertidumbre. Una incerteza que seguramente también invadió a los artistas y alumnos participantes cuando se enfrentaron por primera vez al proyecto.

Diez mil horas de Salvador Juanpere
en la exposición que tuvo lugar en la Fundación Suñol en 2010
Sea cual fuere la respuesta a estas preguntas lo que queda plasmado en esta muestra es que dicho proceso creativo ha dado sus resultados, por una parte los alumnos han trabajado mano a mano con los artistas, han seguido los diferentes procesos de creación y han sido partícipes de obras tan impactantes como por ejemplo “Diez mil horas” de Salvador Juanpere en el Instituto Infanta Isabel d’Aragó, en la cual se hace referencia a las diez mil horas que según la sociología se necesitan para aprender cualquier oficio, es decir, una obra que hace reflexionar a los alumnos sobre su propia formación creativa. 

Por otra parte cabe decir que los artistas participantes están de acuerdo casi unánimemente en que la experiencia les ha hecho cambiar sus perspectivas e incluso su manera de entender sus propias obras, también ha sido un proceso de descubrimiento para ellos y es que cuándo uno se acerca a las obras rápidamente se entiende que en este caso lo más relevante no es la obra “final” sino todo el proceso que durante el curso escolar se ha llevado a cabo, el acercamiento entre estudiantes y artista, la relación que de ahí surge, la interacción, el encuentro casi imposible entre dos mundos aparentemente tan lejanos y que sorprendentemente tienen mucho que enriquecer el uno al otro.




2 comentarios:

  1. S'agraeix el comentari i l'interès per aquesta experiencia intensa i delicada. En honor a la veritat caldria donar gran part del mèrit a l'Associació A BAO A QU que ( a part de l'ICUB)n'ha estat l'ideologa, la gestora i l'entusiasta eficaç.
    Salvador www.juanpere.com

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  2. Moltes gràcies a tu també per parlar-nos d'A BAO A QU, una forta salutació per l'Associació i des d'aqui us envio la meva admiració per un projecte tan valent.

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